Estoy casi segura de que aparecerá el año que vine. Intentaré llegar a la primavera. Si no puedo, en septiembre, calculo yo

Es difícil elegir, porque podría contar mi vida por los libros que he escrito. Pero hasta que apareció Inés, curiosamente, las novelas que más exito tuvieron y a las que por tanto les debo la dicha de poder dedicarme a escribir, fueron las impares, no sé por qué

Escribir novela en los dias fríos y lluviosos, cuando sé que no tengo que salir a la calle y me siento delante del ordenador en pijama, con las zapatillas puestas y ninguna otra cosa que hacer...

Son la misma cosa. Soy muy soberbia, desde pequeñita. La soberbia me ha espoleado muchas veces, pero también me impulsa a hacer el ridículo de vez n cuando, ppor mas que intente controlarla. Como novelista, mi mejor virtud es la disciplina, desde luego

Afortunadamente, sí. Con cada año que pasa me siento más segura de lo que hago y tengo más control sobre mi escritura. Eso me otorga una ventaja sobre los críticos que se asoman a mis libros sabiendo mucho menos sobre ellos que yo. Y relativiza el impacto de sus opiniones sobre mi estado de ánimo

¡Uf! No sé... Supongo que con Álvaro Carrión, que es un hombre y, al mismo tiempo, mi doble

A mí me gusta tanto escribir que pienso que la escritura es, en sí misma, un privilegio. Lo peor tiene que ver con el ámbito extraliterario. Las entrevistas, desde luego, y sobre todo las fotos. Odio que me hagan fotos, pero....

¡Ay, Rosa, que cosas me dices! No me veo a mí misma como una luz, pero si resulto serlo será porque me tomo en serio mi trabajo y procuro no defraudar a mis lectores

Yo lo siento, pero cada día soy más analógica. Soy sobre todo refractaria a Twitter porque creo que en 140 caracteres es imposible expresar algo más sólido que una simple ocurrencia. El ingenio es, a menudo, el enemigo de la inteligencia, y Twitter es el paraíso de los ingeniosos. En estos tiempos oscuros, de pensamiento único, es fundamental conquistar el tiempo para reflexionar, para pesar los argumentos, para llegar a conclusiones autonómas. Y creo que las redes sociales no ayudan, aunque a lo peor es que me estoy haciendo mayor.

La escritura es, en sí misma, una toma de postura frente a la realidad. Que una obra literaria sea política o no, es una elección de su autor, pero cualquier texto es inevitablemente un producto ideológico, porque escribir es mirar el mundo y contar la propia versión de esa mirada. Por tanto, a la larga, ese deber critico se cumple hasta en quienes pretenden eludirlo

¡Uf! Se me ocurre un montón enorme, de verdad. Sólo en la Historia de España hay muchísimos. Desde la historia de la Monja Alférez hasta la Revolución de Asturias de 1934, podría estar escribiendo sin parar

No lo sé, porque han sido tantos... Todos los que me han cambiado la vida, los que han hecho de mí una persona distinta de la que era antes de leerlos. Si tuviera que quedarme sólo con uno, la versión para niños de La Odisea que me regaló mi abuelo Manolo Grandes cuando hice a Primera Comunión, porque me cambió la vida por primera vez

No creo que escriba nunca una biografía, porque me interesa más escribir ficción. Pero si algún día me viera obligada a hacerlo, sería difícil elegir. Sobre Galdós, sobre Juan Negrín, sobre Anna Ajmátova...

Yo soy escritora porque, desde muy pequeña, lo que más me gusta en este mundo es leer. En los libros de otros aprendí que la literatura regala vidas de más, mucho más felices, apasionantes e intensas que la vida verdadera. Esa fue la revelación fundamental. Luego, escribir fue como atravesar un espejo

En muchos lugares diferentes. Andando por la calle, escuchando historias cotidianas de gente que conozco, leyendo libros y, a veces, hasta fantaseando por mi cuenta. Soy muy fantasiosa. Sin eso, no habría podido escribir

Es una cuestión complicada... Cuando una autora llega a conocida, a tener lectores, eso que se llama "consagrarse", creo que se encuentra en un espacio real de igualdad. Ahora, mis libros salen a pegarse por los escaparates con los libros de los demás. Sin embargo, en la fase posterior, lo que podríamos llamar "la carrera de los honores", las mujeres siguen teniéndolo mucho más difícil que los hombres. Y por otra parte, empezar es difícil para todos

A mí no me importaría que se hablara de literatura femenina si se hablara tambien de literatura masculina. Pero como esto último no se hace jamás, al hablar de literatura femenina parece que se excluye lo que escribimos las mujeres de "la gran literatura a secas", que por clamorosa omisión sería la masculina. A mí no me denigra, pero me parece injusto y, sobre todo, estúpido

Porque esa es la gente que me interesa, sobre todo a la hora de contar historias basadas en hechos reales. Esa gente del común explica mucho mejor la realidad que los grandes personajes que aparecen en los libros de texto, y a quienes su fama ha restado intimidad, podríamos decir que humanidad. Galdós me lo enseñó. Y en mis novelas, como en las suyas, los grandes personajes hacen sólo cameos

A nivel general, como ciudadana, me gustaría que algo me ilusionara, pero no lo encuentro. A nivel personal, me encantaría ser abuela

En parte lo he contestado antes,, pero ahora, más expresamente, te diré que esa ambigüedad no suele ser rentable. Exponerse mucho puede perjudicar, pero no dar nunca la cara perjudica mucho más

Trabajos que me dejaran tiempo libre para leer. Me gustaría ser librera, por ejemplo, o tener una papelería o una ferretería muy bien surtida. También me gustaría mucho tener un huerto

La única que podría limitarme sería yo y no suelo hacerlo, aunque a veces, cuando estoy furiosa, me leo los artículos dos veces y me modero yo sola. El resultado siempre mejora

Grey y Cía no tienen nada que ver, más allá de las etiquetas, con las novelas eróticas escritas por mujeres en los 80 y los 90. Las edades... era un libro muy político, escrito en una coyuntura histórica muy concreta, que entre otras cosas reivindicaba el derecho de las mujeres a elaborar sus propias perversiones, al margen de las construidas por los hombres. No tiene absolutamente nada que ver. Yo lei en diagonal Las sombras de Grey y me pareció, más aún que machista, un libro muy conservador, muy reaccionario

Que son verdad, y al mismo tiempo,mucho mas novelescos, más literarios que muchas historias inventadas. Eso es lo que me seduce a mí, al menos

Tanto como yo misma, desde los 28 años a los 55 que tengo ahora. Pero la madurez literaria es mucho más gratificante, mucho más esplendorosa que la madurez física. Ahora soy una escritora muchísimo mejor que la que era entonces

Yo escogería dos,"Aunque tú no lo sepas", de Juan Vicente Cordoba, basada en un relato de Modelos de mujer, y "Atlas de geografía humana", de Azucena Rodríguez. Las dos me gustan mucho.

En las propias historias de la crisis que había publicado como columnas y artículos. El hecho de opinar sobre la actualidad me ha obligado a interpretarla, a elaborar mi propia teoría sobre la crisis. Y como ciudadana, me he visto afectada directe e indirectamente, como casi todo el mundo. "Los besos..." es el fruto común de todos esos procesos

Yo sólo he escrito fielmente sobre mi propia vida en "Malena" y el argumento no tiene nada que ver con mi biografía. Nunca he tenido una hermana melliza, aunque la familia de Malena se parece mucho a la mia y sus problemas con la feminidad son un retrato de los que tuve yo a su edad. Nada más. Y sin embargo, mi experiencia vital nutre todos mis libros, porque yo sólo sé cómo siento yo, qué me hace feliz, qué me duele. Y así construyo a mis personajes

La verdad es que siempre me pongo nerviosa, aunque antes la crítica me importaba más que la opinión de mis lectores, y ahora es exactamente al revés

A todos, a los que se me parecen por eso. A los que no, también por eso. No podria elegir

Depende, Los Episodios, que suelen ser largos, me han llevado siempre años. "El corazón helado" me llevó cuatro y pico. "Los besos en el pan", en cambio, lo simultaneé al principio con el Doctor García y , en total, lo escribí en menos de un año

"El corazon helado", sin duda. Porque tuve que hacer mi propio proceso de memoria individual y familiar al mismo tiempo que los hacían Álvaro y Raquel

Me gusta muchisimo leer. También cocinar. Y en verano, nadar. Soy muy poco original, me temo

Pues seguramente ¿cómo se te ocurrió empezar a publicar con una novela erótica? ¿Por qué escribes? ocupa el segundo lugar

Siempre una imagen. A veces real, a veces inventada. Cosas que veo o imágenes que me asaltan cuando estoy haciendo otra cosa, como si fuera el niño de "El sexto sentido" Esas imagenes me acompañan durante toda la novela, son como pequeños dioses tutelares de cada libro

Si, yo creo que la memoria. La memoria es un tema que he abordado en todo lo que he escrito y es, ademas, el "gran tema" de mi generación